La historia de El Alia Gattou comienza en 1972 en Taounat. Casada y con tres hijos de 13, 11 y 7 años, su infancia se desarrolla en Fez hasta que sus padres se divorcian y por ello debe ir a vivir con su hermano mayor, puesto que su madre no podía atenderla.
Tuvo una infancia muy difícil y nunca fue a la escuela. Su verdadera pasión era la cocina, siempre veía programas de televisión de gastronomía y le encantaba preparar todo lo que aprendía en aquellos programas.
A los 22 años se mudó a Tánger para trabajar en una empresa del textil donde trabajó durante 20 años hasta que tuvo que dejar de trabajar para poder hacerse cargo de sus tres hijos.
Su marido tuvo un accidente y perdió su trabajo y por ello, durante mucho tiempo, estuvieron sin ingresos en lo que fueron momentos muy difíciles para toda la familia.
Hace tres años conoció DARNA y se inscribió para hacer un curso de alfabetización, donde aprendió a leer y escribir. El año pasado volvió de nuevo y se matriculó en la capacitación de restauración, algo que según asegura, le cambió la vida.
Aquí encontró un espacio de aprendizaje y gracias a ello desarrolló, con el grupo de mujeres, su pasión por la cocina. Esta formación no sólo la ha ayudado a mejorar sus conocimientos y a profesionalizarse, sino también conseguir una independencia económica.
Valora mucho también las sensibilizaciones que ha recibido en torno al programa de “buenos tratos” a través del cual ha aprendido lo positivo de mantener unas relaciones sanas construidas desde la libertad, el respeto, la confianza y la igualdad, lo que le está sirviendo para mejorar la relación con su familia, en especial con sus tres hijos.
Durante su periodo de formación hizo las prácticas en el hotel Dar El Kasbah y tras los buenos resultados y satisfacción del establecimiento, hizo un periodo extra de prácticas en el restaurante de DARNA para mejorar todo lo aprendido.
El periodo COVID-19 ha sido muy difícil para toda su familia, en una casa muy pequeña con muy pocos ingresos. Pero también ha sido un momento en el que ha empezado a recibir pedidos de platos tradicionales y diferentes tipos de pan, lo que le ha llevado a reflexionar sobre la posibilidad de lanzar su propio proyecto y crear una pequeña empresa de cocina y panadería a domicilio.
Tras estudiar el mercado y observar la necesidad de productos sin gluten, Alia está experimentando con diferentes productos para ofrecer un servicio de panadería para celiacos a domicilio. Los productos sin gluten son muy caros en Marruecos y en su mayoría son importados, así que esto le proporciona una ventaja comparativa respecto a otros negocios de venta de pan y comida preparada que existen en Tánger. Además, sus productos los puede dar a conocer a través del restaurante DARNA y el hotel Dar El Kasbah.
Gracias al programa de creación de microempresas puesto en marcha por CONEMUND y DARNA con el apoyo del Ayuntamiento de Madrid, Alia ha podido iniciar su negocio y obtener ingresos económicos con los que mejorar su autonomía y condiciones de vida.
Sin duda el caso de Alia refleja el trabajo realizado en el marco del proyecto “Promovidos los derechos, e inserción profesional de mujeres marroquíes y migrantes en situación de elevada vulnerabilidad de barrios marginales de Tánger” financiado por el Ayuntamiento de Madrid a la ONGD CONEMUND.
Este proyecto, ejecutado por CONEMUND y su socio local DARNA, impulsa la formación y la creación de microempresas en los ámbitos de la restauración, confección moderna, técnicas de venta y hostelería. Además, apoya la alfabetización y el acompañamiento social y jurídico de 230 mujeres migrantes y marroquíes en situación de elevada vulnerabilidad y sensibiliza a través del programa “Buenos Tratos” para la prevención de conductas violentas y la educación en igualdad a 1000 mujeres y hombres en la ciudad de Tánger.