Seguridad Alimentaria Malí
Factores de vulnerabilidad de las poblaciones rurales en Malí:
Inestabilidad económica y política.
Degradación de la situación de seguridad.
Falta de adaptación al cambio climático.
« La clave de la seguridad alimentaria en África son los pequeños productores »
— Bukar Tijani, FAO.
Inseguridad alimentaria y nutricional en Malí: sus consecuencias directas e indirectas en la población maliense.
Malí con un IDH de 0,427 (Informe sobre Desarrollo Humano 2018 del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo) se sitúa en el grupo de países de Desarrollo Humano Bajo, ocupando el puesto 182 de un total de 189. El mismo informe señala que un 78,1% de la población vive en situación de pobreza multidimensional y un 56,7% en situación de pobreza extrema. Por lo que al Índice de Desarrollo de Género se refiere, el valor del IDH para las mujeres es de 0,38 en contraste con un 0,46 para los hombres, lo que sitúa a Malí en el grupo de países con mayor desviación absoluta de la paridad de género en los valores del IDH (grupo 5).
En los últimos años, la intensificación de los conflictos políticos e institucionales en el norte y centro del país, unida a las condiciones climáticas adversas y múltiples sequias, ha acentuado los niveles de pobreza de la población. Esta situación de vulnerabilidad se ha recrudecido en los tiempos actuales por las condiciones sanitarias y las restricciones económicas y sociales asociadas al COVID-19.
Aunque como en muchos otros países africanos, la pandemia del COVID-19 en Malí ha afectado a un número menor de personas que en otras regiones del mundo (desde el 25 de marzo al 06 de enero de 2021, el total de casos confirmados en el país es de 7.395, con un número de muertes de 285 personas), desde el punto de vista socioeconómico sus repercusiones están siendo muy graves. La desaceleración económica, caída del PIB, aumento de los precios de los productos de primera necesidad, disminución de los ingresos y del poder adquisitivo de los hogares está impactando de forma negativa y duradera a una población que vive precariamente del sector informal. De hecho, los efectos indirectos de la pandemia van a ser más devastadores que los efectos directos.
La situación de la seguridad alimentaria de la población es también preocupante. Malí es un país continental, que no tiene salida al mar y depende en gran medida de la importación de productos de primera necesidad. El comercio exterior se ha reducido considerablemente debido al cierre de las fronteras terrestres y aéreas por la pandemia y, más recientemente, por el embargo de la CEDEAO (ya finalizado) tras el golpe de Estado ocurrido el pasado 18 de agosto. La disminución de remesas de la emigración procedente de Europa también tiene un efecto muy importante en las cifras de pobreza que ya registra la zona. Se espera que la tasa de pobreza crezca un 2.7% en 2020, y que la pandemia COVID-19 sume en la pobreza a 800.000 malienses más.
Según los últimos datos actuales del dispositivo de prevención de crisis alimentarias (Sistema de Alerta Precoz y Clúster de Seguridad Alimentaria), 1.340.741 personas han sufrido crisis alimentarias (fase 3 y 4) entre junio y agosto de 2020. De esa cifra, 129.874 personas se encuentran en la fase 4 (emergencia), lo que supone un 5,90% de la población total del país. Hay, además, 188.053 niños/as en riesgo de desnutrición aguda grave en 2020, según datos de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). Respecto a la misma fecha el año anterior, el número de personas que experimentan una inseguridad alimentaria severa casi se ha cuadruplicado.
CONEMUND
CONEMUND es una Organización No Gubernamental e independiente creada en 1997, en España, que nace con el objetivo de promover la cooperación internacional para el desarrollo económico y social de los países en desarrollo. Desde entonces, esta ONGD ha llevado a cabo un gran número de proyectos, especialmente en África Occidental, donde cuenta con extensa experiencia en ejecución de intervenciones de seguridad alimentaria y nutricional (SAN).
En la actualidad, CONEMUND está ejecutando proyectos en Malí, Marruecos, Egipto, Níger y Senegal, priorizando los siguientes campos de acción:
- Atender las necesidades básicas de las comunidades, en especial temas como la alfabetización, la educación básica y la capacitación profesional.
- Aumentar la capacidad económica de mujeres y jóvenes, a través de su formación profesional e inserción laboral.
- Apoyar iniciativas de desarrollo rural y seguridad alimentaria de pequeños agricultores y agricultoras.
Estos proyectos se desarrollan con un enfoque basado en los derechos humanos, la igualdad de género y la sostenibilidad medioambiental, buscando siempre la apropiación por parte de la comunidad y la permanencia de las actividades.
CONEMUND ha ejecutado proyectos financiados por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID), la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), el Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad de Madrid, así como por otros organismos internacionales (CEDEAO, UE), financiadores privados (Cajamar, Caja Navarra, La Caixa y Cajasol, The Kadoorie Charitable Foundation) o por fondos propios que la institución recoge en sus campañas de captación de fondos (intervenciones en India, Senegal, Malí y Níger). En los proyectos de cooperación internacional desarrollados se trabaja con asociaciones locales, de forma que se potencien los resultados de la acción conjunta.
En los proyectos de cooperación internacional desarrollados se trabaja con asociaciones locales, de forma que se potencien los resultados de la acción conjunta. Desde 2008, CONEMUND viene implementando en Malí una estrategia de actuación dirigida a apoyar la seguridad alimentaria y a mejorar los medios de vida de poblaciones rurales vulnerables, especialmente mujeres y niños. Entre los proyectos más relevantes de los tres últimos años en Malí, destacan:
- Mejora de la seguridad alimentaria y medios de vida para 67 pequeñas cooperativas de mujeres y jóvenes en el Círculo de Baraoueli, Ségou (AACID 0C080/2017)
- Empoderamiento económico de 29 grupos de mujeres transformadoras de productos forestales no madereros en 2 comunas del Círculo de Kita, región de Kayes (AECID 2018/PRYC/001585)
- Autonomía económica y social de mujeres de la región de Sikasso, a partir de la transformación y comercialización del anacardo (AECID Convenio 201/FCON/000087).
- Conservación y uso sostenible de los recursos naturales, integrando la perspectiva de género, para la mejora de la seguridad alimentaria de 2874 mujeres y jóvenes de 67 cooperativas en 36 aldeas del círculo de Baraouéli, región de Ségou, Malí (AACID 0C105/2019).
En la web de CONEMUND se pueden consultar memoria de actividades, plan estratégico, plan de calidad, plan de igualdad, plan estratégico de género y desarrollo, redes y organismos a los que la organización está inscrita (www.conemund.org).
Delegación de Andalucía
CONEMUND Andalucía está presente desde el año 2009. Cuenta con personal técnico contratado a tiempo completo y personal voluntario.
Las principales funciones y actividades que lleva a cabo CONEMUND Andalucía son las siguientes:
- Realizar el seguimiento técnico y económico de los proyectos financiados por instituciones andaluzas.
- Formular proyectos para su financiación por parte de instituciones andaluzas.
- Desarrollar actividades de sensibilización dirigidas a la población andaluza sobre los proyectos ejecutados por CONEMUND Andalucía.
- Representar a CONEMUND ante los entes públicos y privados de la Comunidad Autónoma Andaluza.
- Participar en reuniones y actividades de la Coordinadora Andaluza de ONGD (CAONGD) y la Asociación Sevillana de ONGD (ASONGD).
- Promover y gestionar el voluntariado en Andalucía.
- Participar en eventos y seminarios sobre las áreas de trabajo de la ONGD en Andalucía.
En el año 2018, CONEMUND ha firmado un convenio de cooperación educativa con la Universidad Pablo de Olavide para la realización, por parte del alumnado, de prácticas profesionales incluidas dentro de los programas de títulos propios de esta Universidad.
CONEMUND Andalucía participa todos los años de forma activa en diversos eventos organizados en Andalucía, tales como las Jornadas de Sensibilización hacia el Voluntariado Universitario, los Diálogos de Andalucía en el marco de la Agenda 2030 o el lanzamiento del proyecto Acciona-ODS “Acciones para el alcance de metas de los objetivos de desarrollo sostenible desde la participación de los actores locales: un enfoque territorial”, ambos organizados por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo en 2019. En el año 2020 ha sido parte integrante del IV Foro An-Mar Andalucía – Marruecos “Un puente de cooperación descentralizada entre Europa y África” celebrado en la sede de la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo en Sevilla y del IV Foro Andalucía Solidaria, ambos organizado por FAMSI.
Descripción del proyecto; nuestros objetivos y metas
El proyecto “Mejora de la seguridad alimentaria y nutricional con un enfoque de equidad de género y de empoderamiento de las mujeres en 8 aldeas de la comuna de Koumantou, Región de Sikasso, Malí”, financiado por la AACID en 2018, tiene como objetivo promover la seguridad alimentaria y nutricional de la población de 8 aldeas de la comuna de Koumantou, región de Sikasso, prestando especial atención al empoderamiento de las mujeres y otros grupos de población vulnerable, como los jóvenes.
El proyecto beneficia de forma directa a un total de 5.827 personas, pertenecientes a 8 aldeas de la comuna, clasificadas según la siguiente franja etaria:
- Infancia: 528 niñas y 432 niños.
- Juventud: 1.809 mujeres y 1.621 hombres.
- Población adulta: 957 mujeres y 480 hombres.
Estas personas se reagrupan en un total de 397 Unidades de Producción Agrícola (UPA), dedicadas a la producción agrícola y ganadera, con las que obtienen escasos ingresos dada su falta de equipamientos e insumos agrícolas de calidad, deficiente nivel organizacional y utilización de técnicas tradicionales.
Para dar respuesta a esta problemática, el proyecto se ha centrado en:
i) Fortalecer las capacidades técnicas y de gestión de la producción agrícola, avícola y piscícola de mujeres y jóvenes.
ii) Mejorar el sistema de prevención de crisis alimentarias, mediante el establecimiento de bancos de cereales
iii) Apoyar la capacidad organizativa de las mujeres y promover sus derechos.
iv) Fomentar mecanismos de adaptación y mitigación del cambio climático.
Hasta el momento, los resultados obtenidos con la intervención son los siguientes:
- Ha aumentado la productividad agrícola, avícola y piscícola en la zona, lo que implica la generación de nuevos ingresos y la mejora de las condiciones de vida de las comunidades.
- Ha mejorado la capacidad organizativa y emprendedora de las mujeres, dando paso a su mayor grado de autonomía e independencia. Asimismo los cursos de alfabetización y aritmética básica, así como de liderazgo, están permitiendo a las mujeres reforzar sus capacidades y mejorar su nivel de autoestima.
- Ha mejorado la nutrición en las familias, gracias a la mayor disponibilidad y diversificación de alimentos producidos localmente. Por una parte, los bancos de cereales están contribuyendo a garantizar una oferta de cereales suficiente y estable. Por otra, la sensibilización en materia nutricional y la creación de una red de mujeres especializadas en buenas prácticas nutricionales están garantizando una nutrición adecuadas entre la población.
- Ha crecido el reconocimiento del papel de las mujeres en la seguridad alimentaria de las aldeas y el conocimiento de sus derechos, lo que a medio y largo plazo conducirá a cambios en los roles de género.
- Ha mejorado la gestión sostenible de los recursos naturales y disminuido la desertificación de la zona, gracias a la implementación de técnicas de cultivo y fertilización respetuosas con el medio ambiente, así como a las actividades de reforestación y a la utilización de biodigestores.
La presente intervención, con una duración de 24 meses, ha contado con una inversión de 313.733 €, de los que un 94,74% corresponde a la contribución de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo, un 1,69 % al socio local Adaf Gallé, y un 3,57% a CONEMUND.