El cambio climático, que afecta a escala global de diferentes maneras, se manifiesta en Malí como una fuerte amenaza para las comunidades agrícolas y pastorales. El aumento progresivo de las temperaturas y la irregularidad de las lluvias, que se intercalan con periodos de sequía, comprometen los medios de vida de millones de personas en el país, afectando tanto a su seguridad alimentaria como a su sustento económico. Ante tal situación, es imprescindible que los/as productores/as dominen técnicas de adaptación, prevención y mitigación al cambio climático, con el fin de mejorar la conservación y el uso sostenible de los recursos naturales y evitar continuar con la degradación del medioambiente.
En este contexto, desde CONEMUND desarrollamos el proyecto “Conservación y uso sostenible de los recursos naturales, integrando la perspectiva de género, para la mejora de la seguridad alimentaria de 2.874 mujeres y jóvenes de 67 cooperativas en 36 aldeas del círculo de Baraouéli, región de Ségou, Mali”, financiado por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID), en busca de respuestas efectivas para mejorar la seguridad alimentaria y empoderar a los grupos vulnerables, en particular a las mujeres. Apoyamos los esfuerzos realizados por el país para hacer frente a los efectos negativos del cambio climático en sectores económicos básicos como la agricultura, reforzando y potenciando la posición de las mujeres en la sociedad a través del empoderamiento económico y situándolas en sectores clave de la lucha contra el cambio climático, del que son las principales afectadas.
Desde el inicio de sus actividades en julio de 2020, el proyecto ha obtenido los siguientes resultados:
- 335 productoras y productores han recibido capacitación práctica en técnica Zaï, producción de compost y preparación y uso de pesticidas orgánicos, regeneración natural asistida (RNA) y poda mejorada de árboles, así como formaciones sobre la fabricación y uso de estufas mejoradas, más eficientes en el uso de leña (lo que implica menos degradación del medioambiente y un importante ahorro de tiempo que las mujeres pasan recolectando la leña). Se ha dotado a 2014 mujeres con este tipo de estufas, y otras familias de la comunidad han comenzado a replicar esta práctica de forma independiente al proyecto.
- Tras las capacitaciones y la visita de intercambio de experiencias realizadas para mejorar sus prácticas agrícolas de mitigación y prevención de cambio climático, más de 460 personas han replicado las técnicas mencionadas (RNA, Zaï, poda mejorada, estufas mejoradas, compost, biopesticida).
- Se han reforestado tres hectáreas con más de 2500 plantas de eucalipto y se ha capacitado a 15 viveristas para asegurar la continuidad de la actividad.
- Se han realizado sensibilizaciones para más de 200 hombres y mujeres sobre la promoción de los derechos económicos, sociales y culturales de las mujeres.
- 19 cooperativas de mujeres han sido equipadas con carros y burros para mejorar el transporte de las mercancías. Esto mejora su eficiencia y también su independencia, ya que la actividad estaba antes a cargo principalmente de los hombres.
- Las mujeres participantes en el proyecto han recibido semillas de tomate, repollo, cebolla y pimiento para potenciar su actividad económica de horticultura comercial.
Los servicios técnicos estatales de la región participan activamente en el proyecto, tanto en las formaciones impartidas como en el apoyo a los y las productores/as en sus actividades. Se asegura así la alineación con las políticas ambientales de Malí y la continuidad de las actividades tras la finalización del proyecto.
Durante el desarrollo de todas las actividades se siguen las medidas dictadas por el gobierno para la prevención de la COVID-19. Más allá de esto, los efectos de la pandemia no han tenido consecuencias en el correcto desarrollo del proyecto.