Juntos somos más fuertes, es la principal conclusión que hemos sacado estos días derivada de los encuentros y celebraciones llevadas a cabo entorno a el Día de la Mujer y en el marco del proyecto que CONEMUND lleva a cabo en Egipto de la mano de la Asociación Gozur y financiado por la UE.
Con motivo de estas celebraciones ha tenido lugar en Luxor el seminario de salud reproductiva, matrimonio temprano y mutilación femenina en el que se han tratado dichos temas desde una perspectiva social y de salud. Se ha contado con profesores de la Universidad, con miembros del Consejo Nacional de la Mujer, con representates del Ministerio de Solidaridad social y senadores de Luxor. Además han participado en el evento 35 mujeres interesadas en la temática.
Además, se ha llevado el séptimo encuentro de la red de stakeholders implicadas en el proyecto que ha sido atendido por 37 participantes representantes de cuatro organizaciones comunitarias de base en Luxor y en Quena. Dicho encuentro también contó con la presencia del vicesecretario del Ministro de Solidaridad social en Luxo, miembros del Consejo Nacional de la Mujer en Luxor y profesores de Universidad.
Durante el encuentro, la reunión, el coordinador del proyecto comenzó con una presentación de la idea del proyecto, los objetivos y actividades que se han realizado por cada organización comunitaria de base, a continuación se ha discutido sobre un plan sobre la sostenibilidad de la red de las 10 organizaciones después del proyecto
Algo especialmente valioso a destacar en estos eventos y en este proyecto es la alta implicación de personas de diferentes contextos, incluyendo una alta implicación de hombres en el mismo. Hombres y mujeres luchando juntos por crear un entorno libre de violencia de género.
Sabemos que la cuestión de género no es una cuestión de mujeres sino de las relaciones que se establecen entre unos y otros. Sí, es una cuestión relacional, de cómo nos relacionamos, de cómo nos organizamos.
A menudo en los proyectos es difícil contar con la implicación de hombres lo cual hace imposible este trabajo. Sin embargo, estamos contentos porque vemos que va creciendo esa conciencia de la necesidad de que los hombres sean partícipes en este cambio. Y este proyecto esta consiguiendo esa implicación.
Además, el proyecto, ha articulado una red de actores en todo el Alto Egipto. Antes cada una de estas organizaciones se enfrentaba sola a los problemas de violencia de género de su propio entorno. Ahora, se trabaja en red, los problemas son comunes, por tanto compartir el trabajo nos ayuda a buscar soluciones comunes.
Este proyecto está siendo el motor de algo tremendamente valioso en la lucha contra la violencia de género: la conciencia de que todos y todas somos parte del mismo problema y de la misma solución. Juntas somos más fuertes.